Acta Litteraria Academiae Scientiarum Hungaricae 17. (1975)

1975 / 1-2. szám - Haraszti Zsuzsa: La dependencia social, factor determinante de la humillación

Acta Lüteraria Academiae Scientiarum Hungaricae, Tomus 17 (1 — 2), pp. 239 246 (1975) La dependencia social, factor determinante de la humillación Por Zsuzsa Haraszti (Budapest) Conversación en la Catedral1 es la novela más amarga de Mario Vargas Llosa. Su tendencia a trazar una parábola social en la que denunciara los moti­vos del estancamiento de gran parte de su generación ya se hizo evidente en el relato Los cachorros. Esta profunda preocupación del escritor es la que lo llevó a analizar los motivos y las consecuencias de la frustración en los más dife­rentes aspectos, de la generación que, con él, vivió su adolescencia en la sociedad peruana de los años 1950. Conversación en la Catedral, por lo tanto, se conceptuó con el propósito de presentar una imagen del ochenio del general Manuel Odría (1948—1956), creando una novela política, relatada al nivel de la vida privada de los personajes que a su vez protagonizan las clases y capas sociales, las tendencias y movimientos políticos, las ideologías, la mentalidad y la moral característicos del Perú durante el período de la dictadura. América Latina ha vivido varias dictaduras cuyos crímenes fueron de­nunciados en su tiempo por la literatura, p. ej., en El Señor Presidente de Miguel Angel Asturias, o en El acoso de Alejo Carpentier. Sin embrago, la novela de Vargas Llosa ha tenido que reflejar una dictadura hasta cierto punto distinta que, sin desdeñar la violencia brutal, demostró tener predilección pol­la intriga, la corrupción, el compromiso y la duplicidad. Al respecto de Una piel de serpiente de Luis Loayza, novela igualmente inspirada en el tema de la dictadura odriísta, Vargas Llosa recuerda la atmós­fera que los rodeaba en la adolescencia y que los había convertido en hombres “abúlicos y un poco encanallados”.2 Vargas Llosa señala que, con excepción de los revolucionarios de la época, nadie puede recordar con orgullo aquellos años: ’’Nosotros . . . los adolescentes de esa tibia clase media a la que la dicta­dura se contentó con envilecer, disgustándolos del Perú, de la política, de sí mismos, o haciendo de ellos conformistas y cachorros de tigres, sólo podría­mos decir: fuimos una generación de sonámbulos . . . Contradicciones vivientes, detestábamos nuestro mundillo, sus prejuicios, su hipocresía y su buena conciencia, pero no hacíamos nada para romper con él. . .”3 Acta Lüteraria Academiae Scientiarum Hungaricae 17, 1975

Next